VII Como el Judío Errante
Recibí su carta y el juicio crítico del
Doctor Lisandro Alvarado tan erudito y filósofo como incomprensible. Mi juicio
a su juicio fue esta exclamación llena naturalmente del respeto que me merece:
Por qué no la escribía en griego de una vez? – No nos hubiéramos comprendido mutuamente,
él por hablar demasiadas lenguas muertas; yo, por
relatarlo todo en esta pobre lengua viva conque pedimos y comemos el pan
nuestro de cada día. Así habríamos estados seguros de no debernos nada ninguno
de los dos.
Continuo como el Judío Errante; pasé tres
meses en París, ahora estoy en la Cote d´Azur , entre Cannes y Niza, con mamá y
María. Vine a bautizar a mi segundo
ahijado el baby de esta última; quien a
pesar de estar presente no me ha hecho olvidar el ausente.
Tengo tan abandonada la literatura que no me
traje de Paris varios juicios críticos sobre Ifigenia que pensaba remitirle. Va
esta crónica literaria sobre Hispanoamérica que es interesante y en la cual me
nombran. Si no se ha publicado en Caracas le agradecería la enviara al Universal.
Mil besos a mi ahijado, muchos saludos a G. y
a los niñitos y para usted los más afectuosos recuerdos de su sincera amiga,
Teresa
Juan-les Pins: Marzo 1 de 1926
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